"It was a very dark place..." Sí, un lugar oscuro donde todo el mundo exige pero nadie es capaz de empatizar. Todo se vuelve cada vez más negro y aquellos por los que te desviviste, muestran la mayor de las indiferencias. No obstante, siempre habrá un lugar dentro de cada uno que hace suspirar de miedo a cualquier problema fuera de lo normal y que transmite esa fuerza desbordante e inquietante que arrasa con todo lo que encuentra.
No puedes estar triste, pero mientras el "pobre niño rico" lo está, tú tienes que presentar alegaciones bajo la última piedra de la isla para conseguir cuatro míseras monedas. Es así, un día como hoy yo no hubiese tenido los medios para comenzar ningún tipo de carrera universitaria. Seguimos luchando por nuestras becas igual que en el año 1987, pero los de arriba prefieren dejar esta tenebrosa realidad para otro momento. Una realidad que está ahí y que deja sin casa a miles de ciudadanos diariamente. "Las más sabias" dicen que la culpa en parte es de los habitantes, pero yo me pregunto algo. ¿Un gobernador es capaz de ver a la gente muriéndose de hambre y girar la cara hacia el otro lado para seguir hablando de recortes?
Igual me preocupo demasiado por algo que ya está escrito en la historia, pero es importante recalcar que nuestras inquietudes cada vez se centran más en lugares a distancias más cercanas. Ayer llorábamos por aquel horrible terremoto en Haití y hoy gemimos por las entrevistas realizadas a los desahuciados de nuestro país o por el fuego que azotó nuestros montes.
Ahí está el Sol, ese astro tan aclamado por muchos que sólo se deja ver en momentos especiales y únicos de nuestra vida. Ahora que lo veo, y digo que lo veo porque creo que me encuentro en un momento de cambio y transición, intento mirar hacia atrás y ver todo el miedo que acumulé durante años y años. Dolor, desesperanza y malestar general. Pero lo peor que recuerdo es la transmisión de todo esto al resto de las personas que me rodeaban. Aun así, nos cultivamos con los años y creo que éste es un buen momento para aprender a vivir sin fórmulas y sumergirme en otros campos, por ejemplo, en el temido mundo de la cocina.
"A veces hasta las nubes más negras dejan ver el SOL"
Mary Alice Young
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