domingo, 3 de abril de 2011

Rigor y Dureza

La dureza, en física de materiales, es la propiedad que tienen los materiales de resistir el rayado y el corte de su superficie, y el rigor, es sinónimo de severidad excesiva. Pues resulta que alguien en algún momento me dijo que debía salir de la isla para conseguir un cierto rigor y una gran dureza, pero es difícil llegar a conseguir esto si todavía andan merodeando sus ojos en mi cabeza. Unos ojos que a simple vista podían parecer iguales al resto, pero que mostraban una sinceridad única y exclusiva que jamás nadie hubiese podido contar con palabras.
La primera vez que los vi fue una noche de otoño, donde la contaminación lumínica de la gran ciudad y los focos multicolor de los locales, definían un color pardo sobre todo lo que iluminaban. Obviamente no fue en este momento cuando pude saborear esa sinceridad de la que hablo, ya que todo parecía del mismo color.
Poco después los volví a ver, pero desgraciadamente también era de noche y sólo podía percibir un triste color azul marino en ellos, que la luna dejaba ver. Digo triste porque se notaba una pequeña capa de líquido brillante que podía hacer pensar que la persona estaba llorando, pero no era así, la tristeza iba engarzada a ellos y pedían ayuda y cariño a toda costa, a pesar de que sus "sentidos vecinos" intentaban demostrar otra cosa.
No pude ver otra cosa en ellos hasta la cuarta vez que los vi. Esta vez estarían sometidos a la luz solar y sería la única hasta ahora en la que pude saborear todo el rango de colores que aquellos ojos podían emitir.
Comenzaron siendo marrones y podían cambiar a verde esperanza cuando algún rayito de sol los iluminaba. No cualquier tipo de verde esperanza, un verde cuya esperanza me hizo pensar que los seguiría viendo toda la vida, pero en cuanto ese pensamiento tocaba mi cabeza, los ojos volvían a ser marrones y todo aquello era sólo una ilusión.
El último color que pude observar era un cierto rojo que mostraba una especie de dolor e impotencia por los que esa persona estaba pasando y ya no podía más e iba a tirar todo al traste, sin pensar que había gente que le apoyaba y que estaban ahí siempre que quisiera. De todos modos, este color no era muy puro y sólo se podía percibir cuando les llegaba la luz artificial de una simple farola.
En fin, unos ojos que por el día eran marrones y por la noche azules de tono oscuro, y que en algunos momentos podían mostrar una cierta esperanza de color verde y un cierto dolor de color rojo, que nadie hasta este mismo momento ha podido mostrarme de ninguna manera.

"Al mirar tus ojos no sé si estoy en el cielo o ahogándome en el mar"

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